El Instituto de Medicina (IOM) (http://iom.nationalacademies.org/) está tomando en serio el síndrome de fatiga crónica. Un informe del “IOM” lo calificó como una “enfermedad grave, compleja, y “multi-sistémica» que los médicos y otros profesionales de la salud tienen que ver como «real» y aprender a diagnosticarla. El informe propone clasificarla como una «enfermedad por intolerancia al esfuerzo sistémico.» Es decir como una intolerancia al esfuerzo físico, y/o emocional.[1]
«Es hora de dejar de decir que se trata de un producto simplemente de la imaginación de la gente. Esta es una enfermedad real, con manifestaciones físicas reales que necesitan ser identificadas y atendidas», dijo la presidenta del Comité Ellen Wright Clayton, MD, JD. Profesora de pediatría y directora del Centro de Ética Biomédica y Sociedad de la Universidad de Vanderbilt.
En otras partes del mundo a la fatiga crónica se le llama «encefalomielitis miálgica.»